Poniendo a prueba las MONK ZERO HAUS.
¿Cómo saber si un producto realmente cumple con lo que promete?
Para nosotros, solo había una manera: vivirlo por nosotros mismos.
Cuando empezamos a diseñar las MONK ZERO HAUS, teníamos un objetivo claro:
crear una zapatilla que resistiera.
Que aguantara kilómetros, calor, lluvia, repeticiones.
Que no se rompiera antes que tú.
Así que decidimos probarlas nosotros mismos.
Con los primeros prototipos corrimos más de 500 kilómetros de entrenamiento.
Series, tiradas largas, amaneceres lentos Berlineses, asfalto húmedo, calor Madrileño. Cada sesión revelaba algo: cómo se comportaba el upper, cómo respondía la mediasuela,  cómo se sentía el silencio en movimiento.
Y luego llegó la verdadera prueba: la Maratón de Berlín.
Un día más caluroso de lo esperado.
De esos que ponen a prueba todo: el ritmo, la cabeza y el equipamiento.
Al cruzar la meta, las zapatillas habían cumplido.
Ligeras, estables, transpirables.
Sin ruido, sin distracciones.
Solo movimiento, estructura y claridad.

